
El 1 de julio de 2023, España asumirá la
Presidencia del Consejo de la Unión Europea, que ostentó por última vez en 2010. Las Presidencias son una oportunidad para que un Estado miembro presida las sesiones en todos los niveles del Consejo, contribuyendo a garantizar la continuidad del trabajo de la Unión Europea (UE) en esa institución e impulsando la legislación comunitaria. Todo ello, con el objetivo de garantizar la continuidad del programa de la UE, el orden de los procesos legislativos y la
cooperación entre los Estados miembros.
En esta presidencia el sector energético e industrial será el protagonista. Las instituciones europeas se encuentran en la coyuntura de proporcionar una respuesta al nuevo paradigma energético provocado por la invasión rusa a Ucrania, al mismo tiempo que se promueve una mayor competitividad de su industria y se conjuga este necesario crecimiento y flexibilización de la normativa con las ambiciones
medioambientales marcadas por el Pacto Verde Europeo. En particular, en materia de energética, España ha sido uno de los Estados miembros más proactivos, con un posicionamiento diferenciado y presentando propuestas para su debate en los Consejos de la UE. Esta proactividad se mantendrá con la declaración de la reforma del mercado energético como una de las tres prioridades de la Presidencia, junto a la recuperación económica y la autonomía estratégica abierta.
En el presente informe se analizarán las implicaciones de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea, así como las oportunidades que se abren para el sector energético e industrial.